jueves, 28 de noviembre de 2013

De bravatas y otros asuntos del desayuno


Tengo la manía, mala sin duda, de desayunar con el eco de fondo de las noticias de primera hora. Mala es mi manía porque resulta habitual que aún cuando uno consigue un despertar plácido, sólo se da los fines de semana, acostumbran los implacables titulares a amargarle el café por mucho que se compren acciones de la azucarera.

Hoy no ha sido menos, aunque también hay que reconocer que no empezó mal del todo. Parece ser que la bravata del Ministro del Interior Don Jorge Fernández Díaz va a quedarse en mera brabuconada. El señor Ministro ha tenido a bien rectificar en parte, o le han obligado a hacer con toda probabilidad, el inaceptable, por excesivo, borrador de la Ley de Seguridad Ciudadana aunque, eso sí, no se ha privado de disfrutar ayer mismo de un debate con bastantes malos modos y una denodada defensa de su borrador llegando a decir que era un proyecto despenalizador. Hay penas de carcel que duelen menos que 600.000 Euros de multa y, por añadidura, pocas penas de multa en el Código Penal que alcancen cifras tan extraordinarias y puedan ser impuestas a particulares.

Al final la pretendida reforma parece que se ha quedado bastante descafeinada. Manifestarte frente al Congreso o Frente al Senado, con determinadas circunstancias que se regularán hay que suponer, sólo te va a costar hasta 30.000 Euros, en contraposición con las penas de 6 a 12 meses de prisión o la multa de 12 a 24 meses previstas en el artículo 494 del Código Penal para los que manifestándose afectaran al funcionamiento de las Cortes ¡bendita despenalización! Aunque multa se haya reducido desde la propuesta inicial, esto no es más que una medida encaminada a facilitar la punición de determinadas conductas evitando el control judicial, pero al menos ya no son 600.000 Euros.

Hay otros supuestos que también han visto atenuada su gravedad, como los insultos a la policía o los llamados "escraches" cuando estos no hayan sido comunicados como manifestaciones, que simplemente se quedan en multas de hasta mil Euros, vamos algo de baratillo para que todos podamos acceder a este tipo de actividades. Que aún siendo faltas ambas leves, me sigue pareciendo grave alguna de las consecuencias que se pueden derivar. Nunca me ha gustado eso de que se castigue el no comunicar tu voluntad de ejercer un derecho fundamental a la autoridad, aún cuando no afecte al libre ejercicio de otros. Y sobre los insultos a la policia... a nadie le gusta que le aticen verbalmente, pero no me parece una conducta merecedora de sanción, más allá de la imposibilidad de probar tal actitud, salvo que sustituyamos las porras de la policía por micrófonos de televisión, al más puro estilo de un intrépido reportero.

Hay determinadas conductas que hay que reprimir e impedir, es evidente que no se puede hacer sufrir a la familia de un cargo público una presión social que ellos no merecen, por mucho que el político de turno haya enojado a medio país. Y también resulta lígico que si la policia tiene que soportar una lluvia de insultos, quizá no deban de aguantar estoicamente una lluvia de piedras y otros objetos antes de decidir disolver una manifestación.

Pero esta buena noticia a medias que me hacía disfrutar de mi cafe y mi arroz inflado con miel del desayuno, uno ya se conforma con poco, como mi buen amigo Alberto Mateos, se ha venido a hundir cuando me informan que el gobierno ha decidido introducir una enmienda, y aquí viene lo más divertido, en los Presupuestos Generales del Estado para exigir que los terroristas se disculpen si quieren cobrar el subsidio por desempleo una vez liberados, es decir, que los PGE van a venir a modificar el artículo 35 de la Ley Orgánica General Penitenciaria, y los reglamentos que lo desarrollen. ¿Relación entre las normas? ninguna, ¿aceptabilidad del procedimiento? imposible, ¿adecuación de la medida? a eso ya respondí en la entrada anterior.

En definitiva, si quieren ser felices vean las noticias por la noche, que al menos así se irán pronto a la cama y podrán olvidarlo acostados en los brazos de morfeo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario